jueves, 18 de mayo de 2006
NO SE PUEDE ESTAR A SALVO NI POR LA POESÍA NI DE LA POESÍA
Romina Agostino, de Perú, entrevista al poeta guatamalteco Alan Mills en su blog La Rústica En el reportaje titulado Ya no soy "sujeto" de mi poesía, Mills-inducido por su interlocutora- desarrolla el concepto de estar a salvo mediante la poesía.
La verdad, me cuesta pensar en la poesía como un instrumento de “salvación”. Me cuesta pensar, de hecho, en cualquier posibilidad de “ser salvo”. Más bien me interesa el hecho poético como un ejercicio de riesgo, de poner la existencia frente a un cuestionamiento esencial. No creo que haya una sola línea en la poesía latinoamericana que nos permita sentirnos a salvo, ni siquiera creo que la haya en toda la poesía universal. Básicamente porque no es ése el cometido de la poesía, el arte no debería incluir la pretensión de constituirse en ese salvavidas que muchos quisieran que fuera. Y ahora, esa misma posibilidad de “ser salvo” en un mundo que, no sin cierta ironía, podríamos llamar “posmo”, aparece ya como un hecho todavía más improbable, puesto que dicha salvación implicaría la confianza contumaz en un discurso totalizante (pensemos en el neoliberalismo y sus eslóganes), capaz de aliviar todas nuestras angustias, implicaría la confianza en algún relato inyector de certezas y de seguridad. Al decir “posmo” quiero ejercitar una crítica a una posible asunción acrítica de la posmodernidad, en tanto lógica cultural. Entre mis cercanos he podido notar que hay cierta tendencia a negar la existencia misma de esa lógica cultural, una especie de fuga hacia un pasado más pleno de certezas; no considero que eso sea beneficioso para examinar a fondo nuestra realidad. Ud. habla de derrumbamiento, y se me impone imaginar a los poetas jugando con los escombros, edificando escaleras extrañas.
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