lunes, 30 de abril de 2007

comentario personal sin valor literario

Siempre estoy en crisis. Pero ahora estoy más en crisis que nunca. Me decidí a ordenar un poquito mi vida y, al hacerlo, me pasaron de todas: me separé de mi pareja, me quedé sin trabajo, entraron a mi casa a robarme lo poco que tenía, me rompi los dientes en otro robo a plena luz de luna, me que quedé sin comer en varias oportunidades varios días sin probar bocado -por falta de plata-. Si en el 2005 adelgacé diez quilos milagrosamente, ahora adelgacé otros cinco. Todo me frustra. Los malos aires de Buenos Aires me frustran, empiezan a ahogarme. Soy de acá y viviré acá, pero también soy del mundo y no toqué otro lar que Uruguay.
Siento que, descontando mi caracter, tengo capacidad pero que no la puedo explotar. Que nadie o pocos -mmm- tienen capacidad para comprender esto.
Una de las ideas post sexo drogas y rock and roll enero-febreriano, fue empezar seriamente con mis estudios de Letras, ya que la economía no me permite continuar los de periodismo. Pero, aunque la UBA sea gratuita, todo cuesta. El material de estudio, los viajes...
Cuesta.
Haberme alejado de los pocos medios que rocé es otro de los pasos que hice en mi crisis. De los medios que no puedo nombrar, porque supuestamente formo parte de ellos. Es que nunca se sabe si uno vuelve, tengo la ilusión de no volver más y de hacer una revista que para mí valga la pena. Tengo la sensación de que la prioridad, a falta de todo, es ponerme fuerte como síntoma de resignación la retirada a mí misma. Resolver mis insolusionables problemas, hacerme valer. El periodismo cultural es un medio para gente marginal pero fuerte, porque te trata mal si no sos del palo de los otros, te paga con la gratuidad por tu esfuerzo, y con la indiferencia, con un "te estamos haciendo un favor", cuando se trata de todo lo contrario.
Creo que me encerraron, y a veces pondo razones...pero no sería humilde mencionarlas.
Nunca nadie me dio la oportunidad de hacerme fuerte y, desde que vivo sola, estoy tratando de darme esa oportunidad, aunque tenga el corazón con aujeritos, ja, ju, ji, jo, jo.
Las mujeres tenemos fecha de vencimiento, y la vejez apalea a la juventud. Quisiera tener "fechas" de vencimiento.
Tratar de recuperar el tiempo perdido, de ir contra la corriente, se hace un poco difícil. Ser mujer y querer hacer cosas en un medio de hombres o de jóvenes fashion y unisex con plata que se cierran en grupetes con aparentes principios que luego de los treinta o de una beca del Fondo Nacional de las Artes desaparecen, ser mujer y que nadie se quede con el reconocimiento de lo que hiciste, ser mujer y tratar un socio para los proyectos creativos, es también ir en contra de la corriente. No sé si es posible lograrlo, al menos empezando desde abajo.
Pero, antes de cualquier suicidio, no está de más intentarlo. Que valgan todas las cacofonias, carajo. No hay otra opción para el que quiere vivir sinceramente.
Perdón por toda esta confesión cursi de redacción poco cuidada, pero no se me ocurre que poner más que esto.

Amalia

pd: Lo más loco, es que soy mujer pero no puedo soportar a las mujeres en general, porque actuan en un rol que para qué te digo. Es como ver CQC.... el que no entienda la analogía que me pregunte por qué.
pd2: Pronto sale una antología donde acepté publicar unos poemitas míos. no es la edición española, es una de Bahía Blanca, con autores que van desde Boccanera o Fabián Casas ("los reconocidos") hasta jóvenes noveles ("los desconocidos").