viernes, 4 de diciembre de 2009

El niño buda soñó con la dictadura y cuando despertó, la dictadura estaba allí.
El niño buda soñó que era el dictador y cuando despertó, el dictador estaba allí.
El niño buda soñó que su cuerpo estaba hecho de plastilina
El niño buda soñó que la poesía era una performance
El niño buda soñó que justificaba su poesía a través de la retórica.
El niño buda soñó que la realidad era una reverenda mierda.

Cuando despertó, empezó a escupir.

2 comentarios:

Amalia Gieschen dijo...

Para los que preguntaban por mí, este sí es un poema mío de este año.
Merci, mes amis.

Jorge dijo...

No! el niño buda no es más buda, ni es más niño, es un viejo medio paraplejico que pide en los trenes a cambio de calendarios. Puso las veredas de Buenos Aires de adolescente y en la dictadura tomaba vino lija y salía de putas y de putos. Por eso ahora, el Dios en el cuál el no creía y en el que aún no cree, lo castiga, y lo hace soñar con botas, con billeteras gordas y con que se llama Ramón y que su casa esta a tres horas de Corrientes y Alem, y que cuando llega finalmente a su casa su hija le escupe la cara de buda viejo.