Destriparemos la cosecha cuando decidas contener el aire
Sobre la alfombra se amucharán los ceniceros
No habrá lugar para el olvido.
A los veintiseis años despertaré muerta:
El compromiso se romperá por ley de diafonía
y te despertarás lleno de gente
La diapositiva tuvo nunca el trayecto de ese arcoiris
Jamás alcancé a verla
Un día despertaré de mi sueño y descubriré que estoy muerta
aunque en el negro agujero viejo de mi dedo
no quepa otra sangría de piernas de peluche
Entonces, un cascabel torcerá
chillidos sobre la oreja vertical
A la distancia con los egos vendados,
con los anillos hasta el tope de odio,
cantaremos.
martes, 5 de agosto de 2008
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