¿Por qué alguien, alguien valiente, con corazón y estómago, se atrevió a parar la vileza que unos perros salvajes le hacían al cadáver de un gato en medio del asfalto, razón para que el perro doméstico de aquí enfrente los denunciara con su lloriqueo insoportable?
¿Quién se atrevió a salir a las 4am, casi en pelotas, sólo munida de un KAEN (version socialista del off) como arma, para ahuyentar con su sola presencia el grupo de animales que, descontrolados, profanaban el felino cadáver?
¿Quién se atrevió a subir y buscar bolsas y volver a bajar y arrastrar el frío y sorprendentemente pesado cadáver de gato por la calle, casi siendo atropellada por un auto, hasta llegar al coso de basura de la calle Caracas, para poner el cadáver allí, donde ningún vil can podría profanarlo?
¿Quién se atrevió a salir a las 4am, casi en pelotas, sólo munida de un KAEN (version socialista del off) como arma, para ahuyentar con su sola presencia el grupo de animales que, descontrolados, profanaban el felino cadáver?
¿Quién se atrevió a subir y buscar bolsas y volver a bajar y arrastrar el frío y sorprendentemente pesado cadáver de gato por la calle, casi siendo atropellada por un auto, hasta llegar al coso de basura de la calle Caracas, para poner el cadáver allí, donde ningún vil can podría profanarlo?
¿Quién ha de haberse cerciorado de repelerlos rociándolo de KAEN?
¿Una heroína?
Andrea C. Hönig
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