
¿Qué es, para vos, un “país imaginario” en Latinoamérica?
Vamos por partes. Primero por qué intentar construir desde la poesía un país imaginario, qué no tenemos como latinoamericanos para inventarnos un país imaginario, o qué tenemos. Te respondo con plena consciencia generacional: hemos recibido como herencia territorios fracturados, en cada uno de los países de nuestra América somos víctimas de crisis generalizadas, somos los sobrevivientes de catástrofes sociales que prácticamente han puesto en nuestros hombros una responsabilidad gigante: la simple premisa de no repetirlas; de allí que lo que nos mueve a intentar este Festival sea en efecto la urgencia de integrarnos; si políticamente vamos por distintas direcciones, entonces partamos por algo, tomemos como bandera algo que en realidad nos identifique, es decir, empecemos por nuestro lenguaje, y allí la poesía cumple un rol determinante, porque los poetas seleccionados para la primera serie de esta colección, son escritores con plena consciencia de “lo latinoamericano”. Entonces para mi este País Imaginario es el primer paso para curar estas fracturas.
¿Cómo surgió el proyecto?

¿Qué significa el festival a nivel personal?
Que estoy siendo consecuente con mi función de escritor. Es mi responsabilidad social lo que me mueve.
¿Y a nivel público?
Me queda la satisfacción de saber que estamos apostando por un grupo de poetas que estoy convencido serán fundamentales para el proceso de nuestra literatura. De eso, los lectores, se darán cuenta cuando tengan los libros en sus manos.
¿Qué perspectivas tienen para esta edición?
La meta es difundir las obras de estos siete imaginarios. No dejar que se nos escape ni un mínimo espacio donde podamos llegar con la escritura.
¿Qué falencias viene a cubrir el Festival?
No ha habido en Latinoamérica un festival donde no sólo se hable de poesía, sino que además presente a un grupo de poetas jóvenes cuyos libros han sido publicados especialmente para este evento, y sin ser esto una feria de libros, y menos aún, sin ningún apoyo para lograr las publicaciones, aquí es el equipo, la organización de este festival, quien ha hecho posible que podamos realizar un acontecimiento sin precedentes. Eso y, por supuesto, la confianza de estos jóvenes escritores quienes nos han confiado sus obras, en algunos casos, primeros libros. Conozco algunos sellos independientes que también realizan esfuerzos por editar literatura última, sin embargo, lo que comentaba al principio, nos interesa un discurso por “lo latinoamericano”, es decir hay sellos que editan poesía pero no como esa apuesta por darle a su proyecto ese sentido político del libro.
En definitiva, ¿en qué se diferencia de otros Festivales?
Lo que nos impulsa es el mismo espíritu integracionista del resto, sin embargo, la diferencia radica en que estamos acudiendo más allá de los recitales y las ponencias, Zignos está apostando por las obras de esta generación y, además, este será un festival itinerante.

Como en toda selección que pretende la trascendencia, el criterio ha sido la calidad de los textos, a eso, sumado lo que ya había comentado a tu primera pregunta. Ojo que los poetas seleccionados vienen de tradiciones poéticas muy importantes, Héctor Hernández Montecinos y todo lo que significa la poesía chilena, con precedentes como De Rokha, Parra, Zurita o Maquieira, por citarte algunos, miembro de una promoción con voces como las de Paula Ilabaca, Pablo Paredes o Alexis Donoso. José Manuel Barrios de Uruguay y Benedetti, Achurar, Echavarren, Courtoise o los novísimos Nicolás Alberte, Horacio Cavallo o Leandro Costas Plá. No ha sido una selección fácil, hemos tenido que sumergirnos a investigar lo que aconteció y acontece en Latinoamérica; y estoy convencido que no hemos fallado al momento de determinar a quiénes editar en esta primera serie. Un caso sumamente satisfactorio ocurrió con Alan Mills, particularmente desde Asturias no había leído literatura guatemalteca, gracias a esta búsqueda pude conocer a poetas como Huberto Alvarado, José Luis Villatoro, Luis de Lión y a los más jóvenes, Regina José Galindo o Javier Payeras, entre otros; lo mismo sucedió con Ecuador y Ernesto Carrión, con esa gran responsabilidad sobre sus hombros de poetas como Carrera Andrade o Jorge Enrique Adoum, y de sus contemporáneos Luis Carlos Mussó, Ángel Emilio Hidalgo o Juan José Rodríguez. Y Alejandro Tarrab de México, una de las voces más singulares sin duda alguna de su generación, y cuidado que México tiene una de las más sólidas tradiciones poéticas de América, esto lo confirman poetas como Octavio Paz, Sabines o Villaurrutia, y de su generación, poetas en permanente búsqueda como Ramón Peralta, Rodrigo Flores o Jorge Solís Arenazas. La amistad aquí influye nada, de hecho personalmente no conozco a todos y si media algún tipo de afecto ha sido algo que se ha dado después de seleccionarlos, a medida que íbamos corrigiendo sus libros. Con Jorge Hurtado y Medo, hemos completado una buena primera colección.
¿En qué otros países se va (o se iría) a hacer y que otros poetas tienen en cuenta?
Te adelanto dos autores como primicia: Pablo Paredes (Chile) y Romy Sórdómez (Perú). Hemos pensado en Chile el próximo año, pero aún no es seguro, prefiero dejarme guiar por mi brújula, tipo Capitán Jack Sparrow.
6 comentarios:
Felicitaciones por el nuevo template!!
gracias livio!
igual busco diseñador para que me ayude a cambiar algunas cositas
si conoces uno buena onda avisame!!
besosssssss
a
Te lo debo ... no es sino ver mi blog para verificar que estoy en las antípodas del diseño
Besos y más éxitos
nadie se dio cuenta q son nueve preguntas nada mas?
qué cosa...
yo pensé q iba a recibir post diciendome, tarada, son nueve!!!
Ja ja !! Es como la carta robada...
todo el tiempo estaba ahi !!
Besos
Lo más loco es q lo publicaron hasta en un diario así, ¡10 preguntas! nadie se fijó, confiaron ciegamente en mi...jajajaja.
Publicar un comentario