jueves, 24 de agosto de 2006

No se olviden de mí



De ella voy a hablar en mi próxima aparición bloggera. ¿A que no adivinan quién es?

domingo, 6 de agosto de 2006

jueves, 3 de agosto de 2006

MANUEL RUANO, ARGENTINO "VERSERO" DESDE CARACAS

DE LAS MUCHAS ENCRUCIJADAS DE CIDE HAMETE BENENGELI
Y LA HISTORIA DEL QUIJOTE




“...volviendo de improviso el arábigo en castellano,
dijo que decía: Historia de Don Quijote de la Mancha,
escrita por Cide Hamete Benengueli, historiador arábigo.”

Miguel de Cervantes Saavedra,
Don Quijote de la Mancha, Cap.IX







Yo, Cide Hamete Benengeli,
encarnadura y voz del sueño y la impostura,
escribí con pluma de ganso mi Quijote en secreto gabinete.
Alá, introdujo esas letras de una ruta de la ensoñación,
de caballero andante, con adarga y armadura, e ilusoria Dulcinea
del Toboso.

Jamás sabré ponerle nombre a las rutas del corazón,
sólo me fío de quien me soñó en graves temporadas con la muerte.
Esas cabalgaduras cierran cualquier herida.
Largas horas pasé con un morisco toledano que tradujo esos folios
y un oscuro amanuense llamado Cervantes,
secretario años ha de un cardenal en Roma,
y soldado del Rey, mutilado en la Guerra de Lepanto.
Yo celebro ser criatura de su sueño y su penuria.

Perdido fui en el jardín de los tropiezos,
argumentando entre sombras glorias fallidas y soldaduras
de la peor especie.

No hubo lugar ni papel de estraza que alcanzara para contar
tan luenga historia,
cuya pertenencia fuera puesta en duda.
Que nadie diga que Cide Hamete Benengeli traicionó a Dios.

Para que ahora hablen mal de mí,
y me cierren las puertas de la sensatez.
Tan real era el hidalgo don Quijote, que soñó Cervantes,
como aquél puesto en prisión en la noche de los insomnes.
(No lejos está maese Pedro y su mono adivino.)

Los grilletes, trajeron a Cervantes el recuerdo de Argamasilla de Alba,
en la Cueva de Medrano, y no le dejaron dormir...
Pero estos cautiverios, son asuntos para picapleitos,
y han quedado en un libro de actas donde se escritura la fe.

Yo, Cide Hamete Benengueli, escriba de arábigas fronteras,
fui quien dictó a Cervantes el Libro que los soñó a todos.
Y él, me soñó a mí en trágico laberinto.

¡Oh, luna de Mahoma, cuán tétrica es mi alabanza!
¡El mito nos atrapa a todos en su desamparada resurrección!...

---oo0oo---

Manuel Ruano
Buenos Aires, Argentina
Poema seleccionado para el Homenaje a la primera edición de la obra
cumbre de don Miguel de Cervantes Saavedra
(1605), en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), Casa de Medrano,
en el IV Centenario del Quijote, Aldaba (España, 2005).
Ha publicado, entre otros,los libros siguientes:
Los gestos interiores (1969); Según las reglas (1972); Son esas piedras vivientes(1982);Yo creía en el Adivinador orfebre (1983); Mirada de Brueghel (1990); Hypnos (1995);Los Cantos del Gran Ensalmador (2005).